A una misma cantidad de consumo alcohol, hombres y mujeres se ven afectados de manera diferente. En ellas tiene mayor impacto y esto es debido a razones biológicas: Las mujeres tienen más proporción de grasa en el cuerpo (y menos agua) y los hombres más músculo (y más agua). Al tener más grasa y menos agua, en las mujeres el alcohol no se disuelve y su concentración y nivel en la sangre será mayor que en el promedio de los hombres.
Por otro lado el exceso de alcohol puede poner a las mujeres en una situación de riesgo: una chica o una mujer al estar alcoholizada o drogada queda expuesta, en estado de vulnerabilidad y poca conciencia de su propio cuerpo.
Esto no queda reducido al riesgo físico sino también al riesgo social. Sobre la mujer borracha o drogada pesan doblemente los mismos prejuicios, presiones y/o estereotipos que caen sobre el resto de las mujeres.
Global status report on alcohol and health – 2014 ed. OPS
1.5.2 GENDER
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/112736/1/9789240692763_eng.pdf